4.1.: HISTORIA Y LEYENDA DEL SANATORIO DE AGRAMONTE, TARAZONA (ZARAGOZA)

     Durante la década de los 30, la sierra del Moncayo necesitaba una inyección de infraestructura que fomentase el turismo de la comarca de Tarazona (Zaragoza). Así que por iniciativa del gobierno de la república se comenzó a construir un hostal pensado para las familias pudientes de la época que quisieran disfrutar de un lugar apartado y tranquilo en mitad del bosque.

     El hostal comienza su actividad a mitad de los años 30 pero con el inicio de la guerra civil española en 1936, es abandonado. Se cuenta, aunque esta parte parece que tiene mas de leyenda que de realidad, que el centro fue asaltado y todo el personal que aun quedaba en el fue violado y asesinado. Y así el fabuloso lugar quedo abandonado a su suerte durante los años de la guerra.

     Cuando el generalísimo Francisco Franco asumió el gobierno de España, convirtió este refugio abandonado en lo que hoy conocemos como el Sanatorio de Tuberculosos de Agramonte. Para ello mando acondicionar el lugar a las Hermanas de la caridad de Santa Ana en Agosto de 1938.

     El lugar era el idóneo para tratar esta terrible y en la mayoría de los casos incurable enfermedad. La tuberculosis, llamada antiguamente tisis, es una infección bacteriana contagiosa que compromete principalmente los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos. Los síntomas clásicos son una tos crónica, con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso que se contagia por vía aérea. El aislamiento era vital para tratar de frenar la propagación de esta infecciosa afección. Podemos imaginar el terrible sufrimiento que pasaron los cientos de pacientes que estuvieron ingresados, en su mayoría mujeres y niños hasta los últimos años de actividad en los que se permitieron pacientes masculinos. 

     En la siguiente foto se puede apreciar las hileras de camas con pacientes que eran sacados fuera porque al parecer el aire fresco del Moncayo ayudaba a tratar la enfermedad.

      En Septiembre de 1978 cerraba sus puertas para siempre dando lugar al abandono y consecuente deterioro (fomentado también por los típicos vándalos que siempre visitan esta clase de lugares) del edificio, comenzando así la leyenda de este emblemático paraje.

     Trágicos sucesos, muertes repentinas, fotografías extrañas, voces inexplicables, sonidos fantasmales, ruidos en mitad de la noche resonando por el edificio, presencias extrañas y un sin fin de vivencias ocurren en este mítico lugar encantado de la geografía española...